Descripción
Entre los siglos XVI y XVII se produjo en Europa una revolución en todos los ámbitos de la ciencia. Su punto álgido fue la publicación en 1687 de los Principia Mathematica de Isaac Newton, en la que el inglés postuló un cosmos armado por las tres leyes del movimiento y una fuerza atractiva de alcance universal: la gravedad. A estas aportaciones fundamentales aún cabría sumar la invención del cálculo y las bases de la óptica para componer la figura de un genio sin parangón.