Descripción

Timothy has peanut butter and jelly for lunch. Valerie has a cream cheese and jelly sandwich. Fritz unwraps a meatball grinder. The Frank twins share franks and beans. And Yoko? Yoko has brought sushi for lunch. Sushi?! The other children at school find her lunch horrifying: “Yuckorama!” Worse, everyone laughs, and Yoko goes through her day listless and sad. Mrs. Jenkins, her concerned teacher, tries to orchestrate Yoko through her difficult day, but nothing works.

Then Mrs. Jenkins announces that there will be an International Food Day at school, and Yoko’s mother promises to make sushi for the entire class. Yoko’s classmates arrive with a colorful procession of dishes from all parts of the world, even the Caribbean coco crisps are devoured, but no one touches Yoko’s sushi. Finally, Timothy, an intrepid raccoon, decides to try, and Yoko shows him how to use chopsticks. From then on, Timothy and Yoko push their desks together and share each other’s food, opening up their own private “restaurant.”

Rosemary Wells, award-winning author/illustrator of over 50 books for children, illustrates her story of learning tolerance for difference in her signature charming style. Yoko’s mother, a full-grown cat, is shown executing the different steps of the sushi-making process, and bright, stylized versions of different animals represent a variety of races and ethnicities.

Timothy almuerza mantequilla de maní y mermelada. Valerie tiene un sándwich de queso crema y mermelada. Fritz desenvuelve una picadora de albóndigas. Los gemelos Frank comparten salchichas y frijoles. ¿Y Yoko? Yoko ha traído sushi para el almuerzo. ¡¿Sushi?! Los otros niños de la escuela encuentran su almuerzo horrible: “¡Yuckorama!” Peor aún, todo el mundo se ríe y Yoko pasa el día apática y triste. La Sra. Jenkins, su maestra preocupada, intenta orquestar a Yoko durante su día difícil, pero nada funciona.

Luego, la Sra. Jenkins anuncia que habrá un Día Internacional de la Alimentación en la escuela y la madre de Yoko promete preparar sushi para toda la clase. Los compañeros de clase de Yoko llegan con una colorida procesión de platos de todas partes del mundo, incluso se devoran las croquetas de coco caribeñas, pero nadie toca el sushi de Yoko. Finalmente, Timothy, un intrépido mapache, decide intentarlo, y Yoko le muestra cómo usar los palillos. A partir de entonces, Timothy y Yoko juntan sus escritorios y comparten la comida del otro, abriendo su propio “restaurante” privado.

Rosemary Wells, autora e ilustradora galardonada de más de 50 libros para niños, ilustra su historia de aprender a tolerar las diferencias en su estilo característico y encantador. Se muestra a la madre de Yoko, una gata adulta, ejecutando los diferentes pasos del proceso de elaboración del sushi, y versiones brillantes y estilizadas de diferentes animales representan una variedad de razas y etnias.